El verano, para muchos, es momento de bajar el ritmo y disfrutar del clima con familiares y amigos. Pero también es tiempo de llevar a cabo todas esas tareas pendientes de carácter personal que descuidaste ante el ajetreado día a día laboral. Por ejemplo, las relacionadas con la decoración del hogar. No existe, pues, mejor instante para acercarla a las últimas tendencias de luz y frescor, de estética y relax. ¡Aquí van algunas de ellas!
No relegues el uso de textiles. Cortinas, cojines y mantelerías poseen una fuerte potencia estilística en cualquier temporada. Úsalos ahora de tejidos naturales, como el lino, y colores brillantes, como el pastel intenso. Incluso alfombras de salón. Sí, has oído bien, ya que, en contra de la creencia mayoritaria, no desprenden calor. Lana, por ejemplo, es un material aislante con capacidad, entre otras cosas, para regular la humedad ambiental, esa que genera el famoso bochorno. Puedes echarles un vistazo a algunas alfombras y comprobar cuál se adapta más a tus intenciones y emociones.
Madera y pizarra son dos materiales muy de moda. ¿Has probado a servir tu mejor plato en una mesa fabricada con ellos? Dale caña, para ese piso veraniego en la playa, para cualquier jardín o terraza.
Pero si hablamos de un material de temporada por antonomasia para la elaboración de muebles, apuesta por la rejilla (cannage), que ha arrasado en las últimas ferias internacionales de Diseño.
Impregna el interior de exterior (conocido en decoración como «outside inside»). Empieza con lo vegetal: un planta para cada estancia, con cocina y baños incluidos; flores silvestres para cada mesita de noche o como centros en el comedor. La sencillez es siempre sofisticación. Y si encima ganamos salud, pues mucho mejor. Porque «lo verde» humidifica el ambiente, hidrata la piel, aporta vitalidad. Tres plantas ideales para estos casos son el aloe vera, que apenas necesita cuidados y posee fuertes propiedades curativas (cicatrizante, astringente, calmante); los cactus, muy resistentes; y la sansevieria, gran purificadora de aire.
Plantea una iluminación artificial original, fundamentalmente para las noches, donde la vida veraniega alcanza su cénit. Farolillos, guirnaldas o pequeñas bombillitas de colores serían una enorme elección. Esto puede aplicarse tanto en zonas exteriores como interiores. Cierra los ojos… Ahí está, un rincón de lectura, en el salón, con cualquier lámpara de papel a inspiración japonesa, y una hamaca estampada, estilo boho… ¿Lo ves?