Y seguimos con nuestra ristra de ideas para que abras de par en par las puertas de este otoño a tu hogar, así, poco a poco, como quien no quiere la cosa, del mismo modo que esta peculiar estación va arañando estos últimos días de octubre…
Recurre al estilo vintage, relacionado, en decoración, con la utilización de objetos (materiales, texturas, ambientes) de corte antiguo, únicos, con clase, habitualmente de las décadas comprendidas entre 1950 y 1970. Pero no hay necesidad de convertir tu casa en una tienda de antigüedades: combina detalles de épocas pasadas con otros de actualidad. Por ejemplo, candelabros, portavelas, una de esas hermosas lámparas de techo con lágrimas, junto con una alfombra de salón moderna, vanguardista, de motivos geométricos, impresionistas, figurativos; o frascos avejentados, a modo de floreros, sobre un mantel o cerca de una cortina patchwork.
Y si de textiles hablamos, esta temporada va a arrasar todo lo tornasolado, brillante y metalizado, con dosis aterciopeladas.
Las velas, elementos que aportan calidez e importantes dosis de tranquilidad a las estancias. Apuesta por los colores rojo y naranja oscuro. Repártelas con criterio y equilibro (para que tu casa no vaya a parecer una ermita) por los diferentes espacios y acompáñalas de fragancias olor canela o de alfombras tipo kilims.
Refleja lo exterior en el interior mediante centros de mesa llenos de hojas desecadas y frutos secos o con recipientes de madera o vidrio repletos de elementos naturales como trocitos de ramas desnudas, bellotas, piñas, calabazas, maíz.
Y utiliza, sobre todo, colores penetrantes, conectados a la tierra, tonos marrones suaves tanto en tus alfombras de salón como en otros elementos decorativos.
Respira otoño, respira creatividad.