Hoy en día sería impensable utilizar el gotelé en una vivienda de nueva construcción o en su proyecto de reforma integral, pero hace unas décadas esta técnica para aplicar el característico relieve a las paredes fue, sin duda, el acabado estrella en muchos hogares de la década de los 80 y 90 del siglo pasado. Como ya hemos apuntado, la tendencia actual es eliminarlo gracias, entre otros productos, a las pastas de alisado que podemos encontrar en cualquier almacén dentro de la sección dedicada al pladur o escayolas.
Se calcula que casi tres cuartas partes de las viviendas de nuestro país luce en alguna de sus paredes estos grumos de temple de cierto grosor cuya eliminación no resulta fácil, por lo que lo más conveniente es siempre recurrir a profesionales del sector. Cuando ello no es posible, sobre todo en el caso de casas relativamente modernas, lo mejor es intentar sacarle el máximo partido posible a este inconveniente para reconvertirlo en un aliado de la decoración mediante algunos trucos impulsados por los interioristas. Generalmente, estos consisten en colocar elementos que disimulen como cuadros, grandes láminas o tapices y reposteros. También la pintura puede ser una aliada, ya que se pueden combinar partes de un color con zócalos de otra tonalidad.
Se debe tener en cuenta que eliminar el gotelé no es barato y si quieres hacerlo tú mismo tendrás que tener bastante paciencia. Si eres un amante del bricolaje seguramente intuyas que cuanto menor sea el relieve de la pared más fácil será la operación. Lo primero es lijarlas todo lo posible para rebajar al máximo la rugosidad. En el mercado hay lijas diseñadas especialmente para esta operación.
Hay un aspecto que a menudo pasa inadvertido del gotelé y es que se trata de una decoración perjudicial para la salud, pues entre su relieve se pueden acumular ácaros y suciedad que pueden afectar al bienestar de cualquier persona alérgica. Aparte, esta técnica era utilizada para ocultar los desperfectos o irregularidades de las paredes, algo que ya hoy en día, gracias a los avances de materiales en el ámbito de la construcción, ya no es algo necesario. Incluso, productos como el pladur, ya ofrecen el acabado liso final desde fábrica, por lo que no es preciso ni enlucirlo (con el ahorro en tiempo y costes que eso significa).
Si estás planteándote decir adiós al gotelé de tus paredes queremos saber por dónde tienes pensado comenzar. Y si ya lo has hecho, cuéntanos tu experiencia ¡Déjanos tu comentario!