Te has comprado un piso nuevo, y… ¿ahora qué? Es decir, ¿cómo vestirlo?, ¿por dónde empezar?, ¿cuál es la mejor manera de arriesgar? Pues aunque desde Tu Tienda de Alfombras recomiendan adaptar tu hogar a tu propia personalidad (cosa que a la larga dará múltiples y variadas satisfacciones), sí existen una serie de claves infalibles para alcanzar ese grado de confort suficiente y, por supuesto, necesario; compartimos contigo algunas:
Elige bien el mueble principal de cada estancia, sobre el que orbitará el resto de la decoración. En un vestíbulo, por ejemplo, puedes apostar por un recibidor como protagonista, cuyas características técnicas particulares marcarán el estilo general. Para ello es muy importante tener en cuenta, sobre todo, las gamas cromáticas. Un color neutro no condicionará en exceso el resto de elementos accesorios; sin embargo, uno llamativo o varios combinados serán más definitorios. Y, en este caso, céntralos sobre una alfombra de salón pequeña, muy práctica.
Piensa después en todos ese mobiliario auxiliares. No satures: menos es siempre más. Pensemos en el salón, habitación por antonomasia del hogar, donde ocupamos la mayor parte de nuestro tiempo casero: un mueble de líneas rectas para el televisor pasará más desapercibido, y puedes combinarlo con alfombras modernas o clásicas.
La madera continúa siendo el alma mater en la decoración de hogar. Aunque en su aspecto más natural, mostrando sus imperfecciones originales (estrías, vetas, grietas) sin tratar, al desnudo. Esto combina muy bien con todo lo metálico (estilo industrial, tan de moda). Además, cada vez se usan más oscurecidas: nogales, wengué, ébano e incluso negros absolutos. Sin menospreciar esas maderas más claras, fundamentalmente con toques grisáceos, influencia nórdica.
Los acabados en cemento y oxidados también imperan, así como el mármol no solo para encimeras, sino también, por ejemplo, en paredes. Y en tapicerías, la mezcla de texturas, en lana gruesa.
Los textiles dan muchísimo juego. Cojines, cortinas… potencian el estilo y delimitan espacios más atrevidos. Poseen a su vez la ventaja de que pueden renovarse más fácil y económicamente. En este sentido, a nosotros nos encantan los kilims, alfombras de tejido plano muy ligeras que incluso se usan para colgar o para cubrir una mesa. Elaborados con lana cien por cien natural, sus vistosos colores y la irregularidad de los mismos, producida por los tintes originales, hacen de ellos piezas únicas e irrepetibles, las cuales nunca pasan de moda.
Decora las paredes con tonos neutros y algunas notas de color en forma de cuadros o fotografías. El gris sigue siendo uno de los colores top, extremadamente versátil. Combínalo con verdes y beis, algo natural y relajante, ideal para los dormitorios tanto de los adultos como de los más pequeños.
Y apuesta por la iluminación natural. Que los visillos, cortinas o estores de las ventanas no sean demasiado gruesos; que las puertas de cristal o correderas se dejen ver; que los espejos esté colocados de manera estratégica para una correcta refracción de los rayos solares.