¿Ya tomaste nota de los anteriores? Pues afina de nuevo toda tu imaginación porque seguimos con otra buena ronda de consejos esenciales para acertar en la decoración de tu hogar:
Cuidado con el sentido de apertura de las puertas y ventanas. Estudia previamente el espacio y los usos de cada estancia. Los estores son elementos maravillosos, pero si te gusta abrir las ventanas sin subirlos por completo, deberás elegir modelos con hojas correderas. O si quieres colocar ese mueble que tanto te gusta y, sin embargo, el perímetro de la habitación es especialmente reducido, quizá puedas sustituir la puerta por una hoja empotrada. Si eres amante del bricolaje o los materiales de construcción, puedes ponerte manos a la obra.
Adecuar los recursos de pared es más complejo de lo que parece. Al combinar pinturas o fotografías conviene respetar un cierto equilibrio de color y forma para conseguir una sensación de armonía, no de ahogo o desasosiego. ¿Has probado a trasladar tu alfombra, cuando sus medidas lo permitan, del suelo a la pared? Las estampadas con ornamentos árabes o hindús, tejidas a mano, resultan perfectas, así como ésas con elementos paisajísticos o elementos expresionistas que bien podrían hacer las veces de lienzos. A nosotros, al respecto, nos encanta apostar por los kilims. Si son de pequeño tamaño, pueden colgarse con chinchetas o clavos, repartiendo adecuadamente el peso; si, por el contrario, son amplios, una barra, a modo de cortina, queda genial. Ahora bien, a la hora de colgar una alfombra en la pared, ten muy en cuenta alejarla de la luz solar directa o de sitios húmedos y vaporosos para que no se decoloren y deterioren. Deja siempre más de treinta centímetros entre la alfombra y el mobiliario sobre la que está colgada.
Ningún mueble deber estar solo. Añádele un mínimo detalle, ese plus de estética. Y, cuidado, no se trata de abarrotar las superficies, sino de complementarlas. Una lámpara con base pequeña sobre una mesilla auxiliar, un libro de arte y viajes tamaño A4 y un jarrón de tamaño medio (de menos de veinticinco centímetros de altura) en extremos opuestos de una mesa de centro o un par de velas sobre un aparador alto son siempre sinónimos de éxito.
El color como sutil nexo de unión. Toma como referencia una tonalidad del ambiente y añádele un par de detalles más de la misma gama cromática. Por ejemplo, un cojín en el sofá y una flor entonada sobre el mueble del televisor para el salón. En tu tienda de bricolaje de confianza seguro que encuentras el color que necesitas.
No tengas miedo por probar, ¡por arriesgar! Haz acopio de todas esas ideas y tendencias que te llamen la atención y utiliza tu hogar como «galería artística». El interiorismo como ejercicio y aprendizaje. Acertar con la decoración en tus reformas siempre es una meta, pero lo fundamental es que disfrutes en el camino.